Menphis, La blusera fue mi debut. Tendría entre 15 y/o 16 años cuando mis viejos me dejaron ir a ver los con el grupo de amigos del barrio al emblemático lugar llamado “Cemento”.
La verdad, yo no era un pibe de salir, nunca había ido a bailar y muchos menos a un recital. Quizás esto explique el porque de mi incapacidad para el baile, mi “NO” coordinación de pasos y movimientos de pelvis.
Pero volviendo al tema, tenia un amigo llamado el Gustavo, alias el “chino”, que trabaja con el grupo menphis, era plomo (no estoy hablando metafóricamente), era el encargado de preparar, armar y desarmar el escenario de la banda. El era la persona que nos iba hacer pasar, al menos 2 gratis, y el resto pagaba y así fue. Entramos al lugar, Cemento era como la iglesia para el rock, de ahí se vieron y salieron grandes grupos en la movida musical, y yo ahí, un lugar, donde la gente esta casi todos pasados de tanto tomar (y no coca cola), donde cerca de los baños, había una parrilla para comerte “unos ricos chorizos”, gente de todo tipo y yo tratando de entender y hacer que todo me era normal, pero era imposible.
Me acuerdo como si fuera hoy mismo, cuando me acerque a la barra del lugar y pedí una gaseosa y el tipo me miro con una cara de “nene que estas diciendo, no queres una leche mejor” y me dio una cerveza, así que la agarre calladito y me la bebí entre amigos porque no me gustaba, es mas nunca había bebido nada de alcohol.
Si hay algo que tengo que rescatar de esas primeras noches era la gente, con el tiempo fui aprendiendo que los que seguían al grupo eran siempre los mismo, ya sea que toque en Cemento, Halley, Juan de los Palotes o Pinar de Rocha, siempre estaban bailando con faso incluido, con parejas con hijos en medio del bardo del recital, disfrutando, jodiendo, pero siempre con buena onda, nunca nada malo, quizás no era en ese momento masivo pero si conocido, ya llevaban muchos años en la calle tocando.
Lo increíble de lo recitales era que empezaban como a las 4 de la mañana, si a las 4 o 5 de la mañana y no estoy jodiendo, la previa era larga en la etapa reventada de la banda, así que imagínense la gente como estaba, y Adrián Otero y compañía ni hablar, a veces no podían ni tocar, pero bueno era la onda!
La verdad hay varios temas que me encantan pero si tuviera que elegir es “Sopa de Letras” o “El Blues de Rosario”, que era el tema de despedida de concierto, era un momento donde todos éramos como hermanos, y con mis amigos era el que mas disfrutamos, y las chuchis se ponían más efusivas, espero que lo sepan a preciar.
Pablo Adolfo Boy Caseros
- Suplemento del diario http://mimundocontraelmundo.blogspot.com/
- Una canción es como una mujer: puedes enamorarte perdidamente de ella, puedes admirarla, ignorarla, recordarla, idealizarla, ridiculizarla, amarla, soñarla, desearla, entenderla, odiarla o simplemente...dejarla pasar"